El presente caso describe y
analiza los principales hechos relacionados con el desastre de las diversas
muertes de accidentes automovilísticos,
entre los años 1990 y 2000, en donde el modelo de carro Ford Explorer y
los neumáticos Firestone se ven involucrados. En principio, se determinó que
los culpables eran los neumáticos Firestone debido a una falla de fabricación
ya que si se sometían a cierta velocidad y temperatura colapsaban. Después de
una buena investigación y aplicando los conocimientos y la importancia de la
ética para los negocios en este caso se dio con la respuesta que ambas empresas
tenían la culpa. Ford, por su parte, se ha debido de preocupar por el proceso
de fabricación que tenía su proveedor, en este caso Firestone, para que sepa el
producto que está vendiendo y lo que podría ocurrir si es que el más mínimo
error sucediera para los consumidores finales[1].
Se explicará brevemente la historia de
cada compañía y luego se entrará a detalle al caso para saber lo que realmente
sucedió entre Firestone y Ford.
Historia Antecedentes (Valeria Paredes)
Ford
Motor Company
Empresa multinacional de Estados Unidos que fabrica
automóviles. Fue fundada el 16 de junio de 1903 por Henry Ford. La empresa
empezó produciendo pocos autos al día, con un aproximado de dos o tres personas
dedicadas a un carro. Ford desarrolló la primera línea de producción móvil del
mundo en 1913, la cual redujo el tiempo de ensamblaje de chasis de 12 horas a
100 minutos. Con esta primera línea de producción pudo entrar en el mercado con
un auto Ford Model T, marcando un hito en la historia, debido a su bajo precio[1].
En la actualidad
su sede principal está en Dearborn, Michigan, Estados Unidos. La compañía es
administrada por por su presidente Alan Mullay. Sus ingresos, según una fuente
del 2007 son de aproximadamente 172.455 millones de dólares, cuenta con 87, 321
empleados y sus filiales más importantes son Mazda, Lincoln y Mercury. Cabe
mencionar también que ha sido una de las pocas empresas que ha logrado
sobrevivir en las crisis mundiales como: La Gran Depresión, la Primera Guerra
Mundial, la Segunda Guerra Mundial y la crisis económica mundial[2].
Firestone Tire and Rubber Company
En 1906 fue donde se contactó con Henry Ford y se hizo una alianza bajo
un contrato en el que se decía que Firestone iba a ser el proveedor de las
llantas de todos los carros que saque bajo el modelo T de Ford, además de
seguir vendiendo sus productos por separado.
En 1984 los problemas aparecieron, debido a su expansión tan grande,
en Europa la competencia fue tal que tuvo que realizar varios ajustes a sus
fabricas, y una reducción considerable de producción. Cuatro años más tarde la
compañía Multinacionaljaponesa de neumáticos Brigestone compró la compañía por
2.6 billones de dólares. Desde entonces la empresa se denomina Bridgestone –
Firestone Inc., que en la actualidad tienen más de 50 fábricas de llantas en
nivel mundial[3].
Descripción del caso (Diego Cisneros Armijo)
En el año 1990 la empresa
multinacional estadounidense Ford introdujo al mercado la camioneta Ford Explorer, un vehículo caracterizado por
ser versátil, deportivo y seguro que
logró convertirse, en poco tiempo, en el modelo más popular del mercado
estadounidense. Sin embargo a pesar de las diversas bondades que ofrecía este
modelo, la tasa de volcaduras de este vehículo era mucho más alta en
comparación a los vehículos de pasajeros en general, evidenciando un fallo en
estos modelos.
Estos problemas se originaron en
las plantas de Firestone, empresa que se encargaba de proveer los neumáticos a
Ford, donde los trabajadores declararon una huelga que se extendió a 5 plantas
incluyendo la planta que producía un alto porcentaje de neumáticos para el
modelo Ford Explorer localizada en Decatur, Illinois. A raíz de la huelga
ingresaron a trabajar en remplazo de las personas que participaron en estas
huelgas trabajadores, que según el sindicato carecían de experiencia y no
estaban capacitados sobre las líneas de ensamblaje
Por otro lado, previo al
lanzamiento del modelo, ingenieros de Ford sugirieron a la gerencia de él 15 de
Junio de 1989, después de que uno de estos modelos se volcó en las pruebas de
la compañía, una serie de cambios en el diseño de la Ford Explorer que buscaban mejorar la estabilidad de este
vehículo, sugerencia tales como el reemplazo de la suspensión Twin I Beam. Sin
embargo, aparte de algunos cambios menores, la suspensión y el ancho de los ejes no se cambió debido a la presión
que sentía la gerencia de Ford para llevar a cabo el lanzamiento de la nueva
Ford Explorer planeado para el año 1990. Además, el hecho de ahorrar en costos,
eficiencia de producción y mayores ingresos para la compañía influyeron de manera determinante en la manera
de actuar de la empresa.
En mayo del año 2000 la National Highway Traffic Safety Administration (NHTSA) en los Estados Unidos, notificó a Ford y Firestone por la alta incidencia de fallas por las llantes de las camionetas Ford Explorer, Mercury Mountaineers, Mazda Navajo, entre otras camionetas equipadas con neumáticos Firestone. Luego de una investigación Ford descubrió una alta tasa de fracaso en los modelos de 15 pulgadas de neúmaticos Firestone, que en su mayoría eran realizados en la planta de Decatour, por lo que posteriormente se cerro la planta.
En un inicio Ford Y Firestone buscaron
brindar una respuesta colectiva para hacer frente a la situación, pero no paso
mucho tiempo hasta que ambas compañías buscaran culparse entre ellas. Las dos
empresas negaron y rechazaron su culpabilidad frente a los accidentes
originados a consecuencia del problema con los neumáticos. Por un lado Ford
culpaba a Firestone alegando que el problema era originado netamente por las llantas que les fabricaron mientras que Firestone se respaldaba mencionando que el problema no tenia nada que ver con las llantas y que mas bien otro detalle en el vehículo era la principal causa de los accidentes.
Al respecto, Ford se encargó de
reemplazar los neumáticos actuales Firestone por los de Goodyear, a través de
un programa llamado “satisfacción del cliente”. Esto a raíz de que Firestone sostenía
que sus neumáticos no presentaban fallas de producción.
Finalmente, Firestone y Ford
anunciaron que se retirarían 6.5 millones
de neumáticos del mercado, y que sus clientes podrían reemplazas sus neumáticos
Firestone por otros nuevos, en cualquier tienda de Firestone o concesionaria
Ford. De esta manera, la empresa Ford Motor Company decidió asumir la
responsabilidad ante cualquier demanda que pudiera surgir al respecto.
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